Beauveria es un hongo filamentoso entomopatógeno capaz de infectar a una gran variedad de insectos. Es el hongo con capacidad insecticida más estudiado y usado a nivel mundial, en virtud de su gran capacidad y diversidad para controlar plagas de insectos y a su grado de compatibilidad con la biodiversidad del ecosistema.
Es común encontrar Beauveria en suelo sobre restos de insectos o bien en insectos que quedan adheridos a las hojas de plantas.
Posee una apariencia algodonosa de color blanco con tonos amarillos. Es de crecimiento lento (entre 10 y 15 días), y puede crecer en un amplio rango de temperaturas con valores de humedad altos (mayor al 60%).
Microscópicamente, Beauveria posee micelio hialino y septado. Una característica distintiva para identificar Beauveria es la forma de sus conidióforos. Éstos poseen forma de jarro (más ancho en el centro que en los extremos) que se extiende en forma de «zig-zag» desde donde emergen los conidios. Los conidióforos suelen ser simples o pueden estar agrupados formando aglomerados.
El modo de acción de Beauveria es por contacto. Al realizar la aplicación del producto, las esporas de Beauveria se adhieren a la cutícula del insecto. Si las condiciones son adecuadas para su crecimiento, las esporas germinan y se produce un micelio que penetra por las partes blandas hacia el interior del cuerpo (formación de tubo germinativo). El hongo invade la cavidad interna del insecto y ataca sus tejidos y órganos mediante la producción de enzimas. La acción de una gran variedad de enzimas hace que el insecto pierda su movilidad y capacidad de alimentarse, por lo que muere a los 2 o 7 días después de la infección.
Para lograr un buen resultado, debe existir la presencia del hospedero a controlar (plaga objetivo) y deben presentarse condiciones óptimas de temperatura (entre 18 y 28°C) y humedad (mayor al 60%) que favorezcan el desarrollo del hongo.
El crecimiento y desarrollo del hongo, durante el proceso de infección, puede describirse en cuatro etapas:
Después de la muerte del insecto, el hongo multiplica sus unidades infectivas invadiendo todos los tejidos del insecto. Posteriormente, ocurre lo que se conoce como proceso de “momificación” donde el insecto permanece sin descomposición y cubierto por un micelio blanco, gracias a las toxinas y antibióticos secretados por el hongo. Esto permite también, que las esporas puedan ser diseminadas por acción del viento o la lluvia, pudiendo infectar a otras plagas.
Para que Beauveria actúe, debe ponerse en contacto con el insecto. Por ello, se recomienda aplicar por riego o goteo en el caso de plagas de suelo. También se puede aplicar de manera foliar con la ayuda de un aspersor o mochila pulverizadora.
En ambas situaciones, su uso debe ser dirigido al lugar en donde se desarrolla el ciclo de vida de la plaga y hacia sus áreas de desplazamiento. Por todo esto, es importante conocer sobre la plaga a combatir; cuales son sus hábitos de alimentación, en que lugar, preferentemente, se encuentra en la planta y como se desplaza.
En el caso de moscas blancas y pulgones, se encuentran, principalmente, debajo de las hojas o en las yemas terminales. Todo esto, sumado a una aplicación que garantice el total cubrimiento del área afectada, hace que aumente la probabilidad de contacto con la plaga, haciendo más efectiva y eficiente la utilización del producto.
